miércoles, 19 de septiembre de 2012

Moda: Barroco

 Ya que para el foro de Lolita in Wonderland, recién estrenado, estoy escribiendo un resumen de la historia de la moda desde el Barroco, lo cuelgo aquí también. Un beso.

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Antes del inicio del siglo XVII, durante la segunda mitad del s. XVI, la moda está claramente influenciada por la importancia de España en la política durante su Siglo de Oro. La moda "menina" invade todas las cortes durante el siglo XVI la ropa se vuelve de patrón recto, ricas telas y grandes gorgueras como ya habían puesto de moda los ingleses durante la época de la famosa reina Elisabeth I a inicios del siglo XVI.



El siglo XVII, conocido por ser el punto álgido del estilo "barroco" no será más que una continuación del siglo pasado aunque con ciertas modificaciones. La principal y más característica es el abandono de las mangas ensanchadas en el jubón durante la primera mitad del siglo, así como de el gran armazón de ballenas y relleno en el entretelado del mismo. El jubón, durante los inicios del siglo, tenía un pequeño faldón que consistía en varias lenguetas que salían de el, luego las lenguetas se "unieron" en un solo volante de tela. También desaparece la "bragueta de armar" del jubón masculino, una prenda de "protección" de los genitales.



 Así mismo, esta prenda se abotonaba hasta el cuello, que era alto, generalmente, aunque este era tapado por la gorguera. La gorguera también evolucionó en relación al anterior siglo. Mientras que en Francia e Inglaterra las gorgueras disminuían cada vez más de tamaño, en los Paises Bajos no paraban de crecer.


Había gorgueras principalmente de dos tipos: Unas eran capas de tela blanca o amarilla con pliegues almidonados que se conseguían mediante estructuras hechas con pequeños palos, se almidonaban y así se dejaban hasta que conseguían esa forma. Como dato curioso la corriente de los moralistas puritanos, tachó el almidón como símbolo de la vanidad, aunque permitía que las gorgueras prescindieran del incómodo armazón de alambre.
A medida que avanza el siglo, la gorguera va siendo sustituida por una prenda llamada golilla. Se trata de una tira de tela plisada que se pone alrededor del cuello. Es realmente diminuta en comparación a las antiguas gorgueras. La consecuencia directa a esta moda, es, que los hombres se dejen el pelo largo.

 A finales del siglo, de todos modos, la corte francesa empezará a utilizar la peluca blanca espolvoreada con harina. Aunque eso, ya empezará a formar parte de lo que actualmente consideramos rococó. En cuanto al estilo general, el siglo XVII fue algo menos recargado que el XVI, y de lo que será el XVIII, aunque de forma muy ligera, ya que la simplicidad sería una moda pasajera influenciada en parte por la moda española, como ya hemos dicho anteriormente, y de la influencia del rey francés Enrique IV, que era un rey de gustos muy simples y poco extravagantes. Este mismo rey, dictó algunas leyes para la prohibición de importación de tejidos extranjeros caros. Eso impulsó que la clase rica empezara a usar prendas de lana. En cuanto a los cortesanos, estos seguían utilizando seda, pero con menos adornos de oro y plata en el hilo. Otro factor importante es que durante este siglo, la gordura fue un símbolo de prosperidad mostrando en hombres y mujeres ropa más holgada y rostros más generosos.

En cuanto a las mujeres, la moda fue algo más natural que hasta entonces. Los corsés dejan de ser tan robustos y las gorgueras también cambian para ellas por los "cuellos caídos" que también serán propios curiosamente en la decoración de trajes militares.

 
 Los trajes femeninos se diferenciaban entre cuerpo, falda y enaguas. El cuerpo tenía un gran escote que tapaba el cuello caído, que acabó por evolucionar en grandes cuellos de encaje. El cuerpo estaba repleto de adornos y las mangas de las mujeres solían ser anchas y con bandas de tela. Dentro llevaban relleno. Las faldas se solían arremangar para dejar ver parte de las enaguas. Debajo de las faldas usaban muchas veces el conocido como "tontillo" un cojín circular que hacía que las caderas de las mujeres parecieran más anchas. En cuanto a los zapatos solían ser bastante sencillos ya que las faldas a penas los dejaban ver.



 El calzado,  que más usaban los hombres generalmente eran botas embudo, y cuando usaban zapatos, siempre iban decorados con rosetones de gran tamaño decorados con encaje y pedrería. Para los días lluviosos  o para parecer más altos, ambos sexos tenían unos suecos de madera llamados chapines, que eran tan altos que se conocieron como zancos popularmente. Eso nos lo demuestra un comentario de Hamlet: "Your ladyship is nearer heaven than when I saw you last, by the altitude of a chopine" / Vuestra merced está más cerca del cielo desde la última vez que le vi, por la altitud de un chopín.
 

Los lazos eran algo cada vez más presente en el siglo s.XVII hasta el punto de estar presentes en todas las prendas de la mujer y del hombre. En cuanto al pelo, las mujeres del s.XVII usaban sencillos peinados. Generalmente con toda la frente despejada y pequeños rizos en un alto recogido. Para salir a la calle tan solo cubrían su cabello con una cofia de encaje o tafetán negro.

 Una moda de este siglo que duró más de cincuenta años, curiosamente, fue la de los lunares falsos. Podían usar lunares redondos, en forma de estrella, medias lunas o incluso de carrozas y caballos. Los lunares se hacían de tafetán negro.

Los militares de este siglo, utilizaban ricas armaduras con detalles de oro y mucho encaje para adornarlo, cuellos caidos y encaje en los puños y botas. La imagen que mejor refleja la vestimenta de un militar es la de "Los Tres Mosqueteros", de Francia: guantes, calzones, jubón con faldón, botas en forma de embudo, una capa sobre un hombro y un sombrero de ala ancha adornado con una o dos plumas. El equivalente a los mosqueteros en Inglaterra, es el de los Chevaliers, que imitaron sus mismas modas.


 Sin embargo, países como Holanda, con sus diferentes sistemas de gobierno adoptaron sus propios estilos. El la política Holanda se trataba de liberar de España y por eso, aun conservaba algunos símbolos españoles en ese estilo tan austero, aunque ellos siempre vestían de color negro y las gorgueras se mantuviesen en tamaños tan grandes. A mediados de este siglo, los miembros del parlamento de Inglaterra copiaron el estilo de los Países Bajos y empezó a adoptar este tipo de gorguera. Surguió el término Roundheads (cabezas redondas). Sin embargo solo afectó al estilo de los políticos, nunca llegó a ser un estilo que la sociedad inglesa adoptara. A partir de 1660, el rey Carlos II, inició en Francia una Restauración que daría al país la hegemonía que iría creciendo hasta generar el gran mito de Versailles. Por supuesto, y aunque una situación privilegiada diera a Francia una gran proyección Europea que acabaría por contagiarse, durante todo el siglo se verían claras diferencias entre el estilo inglés, el francés y el holandés. El rey Carlos II abandonó la sobriedad del anterior rey Enrique IV y después de Carlos I, e introdujo grandes excentricidades en la moda, que a ojos de la historia empezó a decaer en ese momento. Se puso de moda el llamado petticoat breeches, inventados por el Compte de Salm, hombre conocido por el mote de "The Rhinegrave", así que estos calzones de tela suelta acabarían por llamarse rhinegravers. Los jubones se modificaron y se acortaron sus mangas. Seguían mostrandose todas las abotonaduras, ahora de forma más exagerada. El patrón fue variando hasta que la largada que se añadía con el faldón fue extendida simplemente sin estar separado por una costura, generando el patrón que luego será conocido como la casaca del s.XVIII. Las telas de nuevo empezaron a mostrar ricos bordados.



El traje de las mujeres, durante el reinado de Carlos II realmente no cambió tanto en cuestiones de patrón, pero se empezaron a dehacer de los cuellos caídos y las mujeres de la corte empezaron a mostrar un gran escote blanco que será símbolo durante el rococó.



Un dato curioso es que desde esa época, empezaron a surgir las muñecas llamadas maniquíes, unas muñecas a veces incluso de tamaño real, que se vestían con las últimas modas francesas y se mandaban a palacios de otros países como presente a fin de difundir el estilo francés.


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